En la actualidad el trabajo tradicional de oficina y despacho se está quedando en desuso. Ahora lo que se lleva es el teletrabajo desde casa o los espacios de coworking. En estos varias empresas pequeñas o emprendedores de distintos ámbitos se reúnen para trabajar en un mismo espacio. De esa forma pueden permitirse oficinas y áreas que por sí solos no podrían. ¡Nos encanta la iniciativa! Y más si es con detalles deco tan originales y sorprendentes como estos.
Estos espacios de coworking suelen ser lugares diáfanos y con muchísima amplitud. La luz y el espacio son los protagonistas. Sin embargo, en ocasiones es necesario delimitar espacios y zonas alejadas de la multitud para impulsar la concentración. Si hay un espacio perfecto para la división por cubículos son las áreas coworking. Ya sea mediante muebles que actúan de paredes o separadores de aluminio vistos, la decoración modernista encuentra en el coworking su máxima expresión.
Si el estilo modernista no es lo tuyo siempre puedes optar por la opción más minimalista y deco. La madera natural logra la separación de espacios más limpia y sencilla, ya sea mediante sencillos paneles o con casetas individuales. ¡Un paraíso nórdico en el que trabajar motivado!
Las salas de reuniones y áreas reservadas para trabajo en grupo deben ser creativas e inspiradoras para potenciar las mejores ideas y propuestas. Zonas apartadas, muebles cómodos y una buena iluminación ayudarán a que el trabajo salga mejor, más rápido y con más ganas. ¡Ah! Y si puedes sustituir la clásica pizarra por un bocadillo de cómic como este triunfarás. Al final, todos pensamos mejor en espacios de corworking divertidos y relajados.
Si la oficina coworking es muy amplia y cuenta con muchísimo personal trabajando allí es importante informar de forma muy clara sobre las zonas reservadas a las reuniones. Un cartel con una tipografía atractiva conseguirá el respeto, silencio y privacidad que buscas.
En los espacios de coworking no se suele cumplir el horario tradicional de 8 horas, sino que se pasa mucho tiempo trabajando, pensando y creando. Es un método de trabajo mucho más flexible y creativo, ¡y la creatividad no entiende de horarios! Por eso, para no saturar a tu equipo es necesario incorporar áreas de ocio y relax. Juegos, zonas de sillones, televisiones… todo vale para tener al personal contento. ¿No cuentas con mucho sitio? Optimiza las zonas de la oficina y convierte la escalera en sofás y sillones.
Sin embargo, si tienes un hall o entrada diáfano y con muchísimo espacio no te vuelvas loco. Lo ideal es ir a lo sencillo, como este vestíbulo de césped artificial en el que podréis hacer picnics, reuniones veraniegas y mucho más.
Muy relacionadas con las zonas de relax están las cafeterías y comedores. Variedad de oferta, ingredientes de calidad y decoración divertida y fresca que rompa con el resto de la oficina y ayude a desconectar. ¡No tiene que ser un lugar muy grande! Basta con un carrito de té y café, siempre y cuando esté bien surtido.
El coworking se basa en el trabajo de equipo y las horas juntos. Por eso, si el lugar alquilado para ello lo permite, es esencial incluir una cocina. Tanto si se hace la compra de forma conjunta como si cada uno se trae sus propias comidas. Siempre podéis tener productos que sean para todos, como especias, pan, yogures, etc. ¡El cerebro también necesita alimentarse!
Para terminar, no hay espacio de coworking que se precie que no tenga frases motivadoras en sus paredes. Que los empleados lean lo maravillosos que son y lo lejos que van a llegar al entrar por la puerta no tiene precio. Vinilos, pintura o carteles luminosos de neón, ¡todo vale! ¿No te encantaría trabajar en un lugar así?
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Foto de cabecera| Tree Huger.