Cuando creíamos que las tendencias en decoración con motivos animales no irían más allá del print animal en cojines o de las clásicas esculturas de ciervos que cuelgan como trofeos de las paredes, descubrimos que el reino animal sigue conquistando terreno en decoración con más texturas y formas.
Los prints animales, en especial los de animales salvajes como las cebras o los leopardos, nos llevan acompañando desde 2012, pero ahora saltan de las mantas, sábanas y alfombras a superficies rígidas como las paredes, ya sea en forma de papel pintado, ya sea en forma de atrevidas baldosas que garantizan una atmósfera cálida y orgánica. ¿Recordáis las pieles de oso junto a la chimenea? Ahora son las propias chimeneas las que se cubren de motivos animales y, combinadas con colores oscuros, transmiten una elegancia felina.
Lo mismo ocurre con los cuadros, donde los motivos animales se instalan dentro y fuera de sus límites. Marcos que se asemejan a la piel de una cebra, pinturas con texturas atigradas, fotografías de animales salvajes reconciliando nuestros hogares con la naturaleza…
Los motivos animales pueden usarse también como símbolo que conecta nuestra personalidad con el espacio que ocupamos: estatuas que reflejan la nobleza de los perros, plumas decorativas vinculadas a distinguidas aves… Y, así, una infinidad de pequeños ejemplos de la fauna que puede llegar a habitar en nuestro salón.
Quien dice salón también dice otros espacios. Los motivos animales llegan también a los baños, pudiendo hacerlo de forma discreta a través de sus complementos o a lo grande, con picas completas y materiales que sustituyen al mármol clásico. La iluminación también se ha apuntado a esta tendencia, con lámparas cada día más atrevidas que pueden llegar a condicionar la luz ambiente.
Como veis, lo que parecía una moda temporal se ha convertido en una tendencia extremada e interesante que os invitamos a explorar. ¿Les veis posibilidades a los motivos animales en vuestro hogar?
Imágenes | Clicando en cada imagen podréis acceder a su fuente, excepto la cabecera, que pertenece a Decorreport.