Hace unos días repasamos las principales tendencias en decoración para primavera 2019 en una serie de 3 posts en la que nos dio tiempo a revisar las principales ideas decorativas que van a invadir nuestras casas a partir de las próximas semanas.
Una de esas tendencias fue la del wall hanging y, en especial, el rug wall hanging: decorar paredes con alfombras, es decir, utilizar las alfombras que tradicionalmente hemos puesto en el suelo en la pared a modo de cuadro.
Esta es, de hecho, una de las tendencias más originales de todo lo que está por venir. Y pese a que en la teoría suena a idea extraña, la verdad es que en la práctica queda fenomenal.
Lo de decorar las paredes con accesorios y objetos textiles no es una idea totalmente nueva. Si sigues nuestro blog, sabrás que hace un tiempo ya destacamos la tendencia de los tapices de macramé.
Los tapices de macramé se pusieron de moda allá por 2014 para traer a nuestras paredes un vibe handmade y algo hippie muy típico de los 60 y 70, pero con un twist renovado que los convertía en uno de los accesorios deco más hot del momento.
También por esa época destacó la tendencia de los accesorios elaborados a base de crochet –o ganchillo como lo conocemos aquí en España–, una idea decorativa que recordaba a nuestras abuelas pero que, con la vuelta de tuerca adecuada, quedaba más moderna imposible.
La tendencia que vamos a explorar hoy a fondo es, en cierto modo, una nueva versión de estas tendencias anteriores. Se trata de encontrar un elemento textil de uso cotidiano y otorgarle una función diferente a la que nos tiene acostumbrados. ¿El resultado? Ahora lo verás.
La tendencia del rug wall hanging propiamente dicha consiste en coger una alfombra y colgarla en la pared –o bien desarrollar textiles muy parecidos a una alfombra, pero especialmente pensados para colgar en una pared. Esta idea la estamos empezando a ver bastante a menudo, y la verdad es que los resultados son muy interesantes.
Desde alfombras de pelo o lana súper abrigadas a alfombras de yute, pasando por las tradicionales alfombras marroquíes con arabescos y ricos tejidos, todas estas opciones quedan fabulosas y les dan a las paredes mucha personalidad.
Pero no se queda aquí la tendencia del wall hanging. En paralelo, surgen pequeñas variaciones de la misma idea, que también resultan una opción muy interesante a considerar. Ese es el caso, por ejemplo, de tapices de gran formato con flecos típicos de alfombra que, en realidad, son tapices pensados para paredes, no alfombras de verdad.
Luego están los tapices de macramé XXL, que vienen a presentar una vía intermedia entre una alfombra de gran tamaño y un tapiz de macramé, que suele ser más bien pequeño.
Con este formato de tapiz, consigues cubrir una gran superficie –como harías con una alfombra– pero apostando por un tipo de tejido que sabes de antemano que queda ligero y adorna sin agobiar.
Y para terminar de completar la tendencia, encontramos tapices de macramé de formato medio, que de alguna manera están tricotados para parecerse a una alfombra aunque ni por tamaño ni por características lo sean.
En esta categoría encontramos tapices muy atiborrados de hilos y detalles, muchos de ellos con flecos; variantes a medio camino entre el tapiz de macramé y el tapete de ganchillo; versiones totalmente renovadas con borlas que combinan con las de los cojines; e, incluso, tapices a capas elaborados con suaves telas de diferentes colores.
Y tú, ¿con qué versión de wall hanging te quedas? ¿Prefieres las alfombras, los tapices XXL o los tapices de formato medio? ¿O quizá preferirías apostar por tapices de gran formato hechos de crochet? Sea como sea, que sepas que el wall hanging es tendencia esta primavera, así que hagas lo que hagas… ¡estará bien!
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Foto de portada | Apartment Therapy.