Con las paredes de ladrillo ocurre lo mismo que con las vigas de madera, que antes formaban parte de la estructura interna de la casa y se tapaban con escayola para que no se vieran y ahora todos quieren tenerlas al aire, sin yeso o cualquier otro recubrimiento. ¡Se acabó eso de esconder lo más importante del edificio! ¿Quieres probar a dejar a la vista lo más antiguo y básico de tu casa? Compartimos algunos trucos e ideas.
Las paredes de ladrillo visto dan un toque muy rústico a una habitación, gracias a la dureza y rugosidad del material. Por eso, hay que combinarlo con otros elementos más suaves como tejidos de pelo o colores luminosos. El ejemplo perfecto es esta alfombra de pelo largo en gris alpino. Además, las paredes de ladrillo son un componente decorativo muy contundente, por lo que conviene no recargar demasiado el resto de la casa. ¡Prueba con estanterías minimalistas al más puro estilo escandinavo!
Las paredes de ladrillo aportan una sensación muy acogedora a una habitación, debido al uso de colores cálidos como el tono teja, naranjas o rojos. Este feeling puede potenciarse de forma muy positiva con la incorporación de plantas y elementos verdes a la decoración, creando una gama cromática muy armónica. Combínalo con negro para dar personalidad a tu hogar, pero cuida la iluminación: escoge luz amarilla para que el resultado no quede demasiado aséptico.
Otro de los colores que mejor funcionan con las paredes de ladrillo es el blanco, que otorgará mayor efecto de espacio y ampliará la superficie percibida en tu casa. No debes preocuparte porque sea frío o excesivamente nórdico, ya que el ladrillo aporta calor y resta minimalismo a todo el conjunto. Maderas en tonos claros, elementos silvestres y combinaciones con colores similares a la tonalidad de las paredes de ladrillo darán equilibrio a la habitación, convirtiéndola en un espacio apetecible y muy amable.
Una de las mejores ventajas de las paredes de ladrillo es que se enfrentan muy bien el paso del tiempo y no necesitan mantenimiento, ¡es un material muy sufrido! Por eso se ha convertido en una de las opciones perfectas para la cocina, pues aguanta manchas de grasa, aceite y aporta calidez a una habitación tradicionalmente fría. Si te gusta el estilo vintage prueba a combinarla con azulejos y madera de nogal. ¿Demasiado masculino? Pinta sobre los propios ladrillos para dar color a tu cocina sin perder la textura y estampado de las paredes de ladrillo.
¿Te gusta la idea de dejar las paredes de ladrillo visto pero te parece un color demasiado llamativo? Si prefieres el estilo black and white y el color ladrillo se escapa de tus expectativas, no tienes que renunciar a estas paredes al aire. Prueba a pintar sobre el propio ladrillo con una sola capa de pintura. De esta forma conseguirás una pared con aspecto diferente en cuanto a texturas, sin arriesgar en el color. Además, el ladrillo absorberá parte de la pintura y dará un aspecto envejecido que recuerda a los lofts de Nueva York.
¿Te apuntas a desnudar tu casa con paredes de ladrillo visto?
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Foto de cabecera| Decorpad.
Me ha gustado mucho este contenido. Sin duda es un plus en la decoración y le da un toque muy industrial