Una abuelita entrañable cosiendo, leyendo o haciendo calceta mientras se mece suavemente en una rústica mecedora de madera. ¿Quién no tiene esa imagen en la cabeza? Quizá la protagonista de esa imagen era nuestra propia abuela, o quizá esa idea vino de algún libro o de la tele… El caso es que está ahí y sigue muy presente en nuestro imaginario. Pero las mecedoras no tienen por qué ser anticuadas, o rústicas, o aburridas: funcionalmente son muebles muy prácticos, y con un buen diseño pueden llegar a ser muy cool. Como la mecedora balancín Giro, uno de nuestros best-sellers.
No negaremos que se trata de uno de nuestros muebles favoritos. Y es que la mecedora balancín Giro es un buen ejemplo de que un balancín no tiene por qué renunciar a un diseño equilibrado y fácilmente adaptable, de líneas finas y colores neutros, para ofrecer la máxima comodidad.
Especialmente indicada como silla de maternidad, esta mecedora cuenta con un respaldo levemente reclinado y un juego de cojines integrados que facilitan enormemente la lactancia. Al tener un respaldo largo, permite apoyar la cabeza sobre el cojín superior mientras se da el pecho, evitando que la mamá fuerce las cervicales y la espalda. Y como buena mecedora, permite acunar al bebé en movimientos regulares casi sin esfuerzo.
Además, su acabado en madera natural y lona de color hueso hacen que encaje fácilmente en decoraciones de todo tipo y en varias estancias de la casa. No cuesta nada imaginársela en el salón, en un dormitorio o en un estudio meciendo suavemente a cualquier miembro de la familia. ¿Os animáis a probarla?
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