El fin del verano está aquí de forma oficial, ¡han comenzado las clases! Los peques de la casa regresan al cole, unos con más ganas y otras con menos. Sea como sea, el comienzo del año escolar es un momento muy importante en el que los ánimos tienen que estar a tope. ¿Qué vuelven a casa cansados y se tienen que poner a hacer los deberes? ¡Qué mejor forma de darles una dosis extra de motivación que con una habitación perfecta! Ellos también necesitan un espacio de creatividad y concentración donde trabajar, y estas son las mejores ideas para dárselo de forma original y diferente.
Un elemento esencial de las zonas de estudio infantiles son los colores. Tonos excesivamente chirriantes harán que se despisten y les cueste enfocar su atención hacia los deberes y tareas del cole. Por el contrario, un ambiente muy minimalista y sencillo les llevará a aburrirse y no sentirse motivados. Los colores pasteles en combinación con toques más contundentes son el equilibrio perfecto: imaginación sin abstracción.
Nunca debemos olvidar que la mente de los niños no funciona como la nuestra. Ellos no pueden sentarse 8 horas delante del ordenador a trabajar en un despacho blanco y negro de estilo minimalista. Necesitan interactuar con el entorno, recibir inputs, jugar y divertirse mientras aprenden. Por esa razón las zonas de estudio para ellos no deben dejar fuera sus juguetes, libros y dibujos favoritos. Estos les ayudan a desarrollar su pensamiento y les inspiran. No renuncies a ellos, incorpóralos en la decoración como ocurre en las dos imágenes anteriores.
Si estás buscando un elemento central para la decoración del peque, ¡todas las zonas de estudio tienen que tener una pizarra! Crea un vínculo con la escuela y les permite relacionar cosas de forma más visual. Además, a edades tempranas les divierte escribir en ellas y jugar a ser ellos los profes. Si tu peque quiere hacer los deberes en la pizarra, ¡déjale que lo pruebe! Puedes optar por una clásica en negro o puedes cubrir de pintura de pizarra toda una pared completa para que dejen volar su imaginación sin límites.
La conciencia eco es algo que se inculca desde la más tierna infancia, ¡mejor si es de una forma bonita y divertida! Construye estanterías con cajas de madera decoradas o un mueble bureau con maderas y palés. Puede ser un proyecto en el que los niños también aporten y participen, por lo que sus zonas de estudio les gustarán el doble.
Los pupitres y mesas no son el único elemento que cuenta en las zonas de estudio infantiles. Que sus libros, lápices y materiales estén bien organizados resulta esencial a la hora de aumentar su productividad. Si sabe donde está todo usará todo, desarrollando a tope sus recursos e imaginación. Cómodas y tarros sencillos de identificar o muebles organizadores del estilo de los de las tiendas de discos. Un espacio organizado le ayudará a ser más ordenado y rápido.
Si no cuentas con un espacio fijo de trabajo o quieres que sus cosas estén siempre a mano, siempre puedes optar por un contenedor de ruedas. Esto le permitirá llevar las cosas de una habitación a otra de forma organizada. ¡Hasta puede customizarlo con pegatinas y pinturas!
Una última cosa a tener en cuenta a la hora de decorar las zonas de estudio infantiles es que deben ser muy prácticas y versátiles. Su zona de trabajo debe poder evolucionar a medida que el peque va creciendo, para que no se le quede pequeña y poco operativa. Mucho espacio para trabajar en grupo y que puedan venir sus amigos, organización y un surtido de muebles básicos fácilmente personalizables. ¡Es la hora de los deberes!
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Foto de cabecera| The Boo and The Boy.