El color blanco es uno de los tonos más luminosos y frescos que existen, perfecto para las estancias más veraniegas y el favorito de la inspiración mediterránea. Sin embargo, como norma general solemos caer en usar el blanco de forma sobria y muy clásica olvidándonos de usarlo para dar un toque especial. Paredes blancas, sábanas blancas o muebles blancos… ¡escapemos de los tópicos! Decorar con blanco puede resultar muy creativo e inspirador si le damos un papel más activo, ¡te lo mostramos!
Las paredes blancas más tópicas dejan paso a otro tipo de pintura. Prueba a buscar contrastes de colores y de texturas con muros de ladrillo y alicatado de azulejos en blanco. Otra opción es enmarcar una pared de ladrillo con elementos blancos como tabiques, cuadros, lámparas o vigas vistas, ¡incluso el parquet! Acompáñalo de tonos rosas para conseguir una de las combinaciones estrella de la temporada.
Otra forma de decorar con blanco tus paredes de forma rompedora es combinándolo con otros colores en formato horizontal y dejando el color blanco en el centro para que atraiga todas las miradas. Juega con las formas del suelo y las perspectivas como hacen en la foto anterior. ¡Descubre lo bien que casa con el verde bosque!
Que no quieras pintar o cambiar el color de tus paredes no significa que debas renunciar a decorar con blanco de manera original. La tendencia de usar vinilos para dar protagonismo y personalidad a una pared resulta perfecta para incorporar el color blanco sin tener que dar una mano de pintura. Prueba a utilizar estampados geométricos o incluso frases que te inspiren y quieras tener muy presentes. Lo importante es que el color base resulte contundente para que haga contraste y deje que el blanco tome el protagonismo.
Si prefieres centrar la atención en los muebles de tu casa, decorar con blanco es también una buena idea. El truco para conseguir que destaque el tono es incorporarlo a muebles en estancias llenas de color y contrastes. Los muebles blancos sobre alfombras persas atraen la luz y ensanchan cualquier habitación, además de aportar un look muy sofisticado.
Prueba a realizar tus propios proyectos DIY como esta mesilla auxiliar de la imagen. Sólo necesitas un tocón de árbol y pintura blanca para conseguir un mueble handmade muy minimalista y atractivo. ¡Consejo deco! Haz un par de ellos en diferentes colores y tamaños para conseguir un set de muebles rurales tan veraniego como moderno.
Los textiles de tu hogar son una forma muy sencilla y efectiva de incorporar toques de blanco que llamen la atención. Prueba a colgar cortinas en sitios sorprendentes e inesperados, por ejemplo para dividir dos habitaciones. Otra forma genial de decorar con blanco es utilizarlo para dar luz estancias más oscuras o apagadas con cojines, flores o estanterías.
El resto de accesorios de tu hogar también te puede ayudar a decorar con blanco, no te centres solo en los textiles. Jarrones, libros o cajas en color blanco evitarán que los muebles más oscuros resten amplitud a una habitación, creando un bonito contraste de tonalidades. ¿Quieres ir más allá? Hazte con un cuadro como el de la imagen y cuélgalo sobre una pared de otro color. ¡Será el centro de todas las miradas!
¿Tienes una cocina americana o dos estancias sin paredes que quieres separar? Olvídate de los falsos tabiques o de los biombos y prueba con estas cristaleras tan delicadas con apliques blancos.
Las cocinas y baños blancos son los más tradicionales y clásicos, pero con un buen giro se pueden hacer maravillas. Un ejemplo de ello es mantener tus encimeras en color blanco y hacerlas destacar combinándolas con un color muy vibrante. ¿Prefieres no incluir tonos muy llamativos? Otorga volumen al color blanco con un buen diseño de azulejos y complétalo con accesorios en negro para que atraiga toda la luz de la habitación. ¿Quién dijo que decorar con blanco era aburrido?
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Foto de cabecera | Make Your Home.